La
occidentalización conduce a una pérdida de bacterias en nuestro organismo
Diversos estudios realizados a los indios Yanomami indican que poseen
un microbioma mucho más completo que la de los habitantes de los países
industrializados.
El microbioma, de estos indios que apenas tienen contacto con la civilización contiene
el nivel más alto de diversidad bacteriana que se ha registrado hasta la fecha
en un grupo de seres humanos, casi un 40% más que la de la población de EE.UU. Otra
característica presente en el microbioma de estos individuos es que presenta
genes resistentes a antibióticos incluso a aquellos que confieren resistencia a
medicamentos sintéticos. Se cree que estos individuos nunca han estado
expuestos a antibióticos. Este hallazgo, es explicado en ABC por una de las autoras de la investigación
Gloria Domínguez-Bello, de la New
York University School of Medicine (EE.UU.)
Los resultados de estas investigaciones muestran que hay una asociación
entre la occidentalización y la pérdida de diversidad en nuestro microbioma
intestinal y de piel. Pero también existe otra relación entre la
occidentalización y un aumento de riesgo de enfermedades asociadas con el
sistema inmune (asma, alergias, enfermedad celíaca, diabetes tipo1).
Los Yanomami son
habitantes del Amazonas que mantienen un estilo de vida seminómada como
cazadores-recolectores. Se realizó un estudio de la población basado en
secuenciar y analizar el ADN microbiano (obtuvo muestras de material fecal,
cutáneo y bucal de 34 personas de entre 4 y 50 años) y encontraron una
diversidad bacteriana considerablemente mayor, no solo en comparación con un
grupo de individuos de origen estadounidense, sino con muestras de dos grupos
que no provinieron del Occidente pero con exposición limitada a las prácticas
occidentales.
Además, algunas de las bacterias han demostrado tener efectos
beneficiosos para la salud, como prevenir la formación de cálculos renales. Las
muestras de materia fecal de los Yanomami contenían E. coli con genes
funcionales resistentes a los antibióticos. Una de las investigadoras
Domínguez-Bello sugiere que esos genes de resistencia a antibióticos podrían
ser causa de un intercambio entre el microbioma humano y las bacterias en la
tierra, donde se encuentran dichos
genes resistentes a los antibióticos.
Aunque las implicaciones en salud de este trabajo están por definirse
algunos autores creen que en el futuro se podrá restablecer el microbioma pero
lo más importante para ello es
conocer cuáles son las funciones de toda esa masa de bacterias que tienen y qué
beneficios poseen.
Referencia
Maria Gloria Dominguez-Bello and Martin J. Blaser. The Human Microbiota as a Marker for Migrations of Individuals and
Populations. Annual Review of Anthropology 40: 451-474. DOI: 10.1146/annurev-anthro-081309-145711
by Amalia Gómez
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