Científicos de la Universidad de Pennsylvania (EE.UU.) han
identificado una proteína clave en la alopecia androgénica, la forma más común
de calvicie, que afecta al 80% de los hombres europeos antes de cumplir 70
años. El descubrimiento, presentado esta semana en la revista Science
Translational Medicine, abre la vía a desarrollar nuevos fármacos contra la calvicie.
Cotsarelis y su equipo han analizado la actividad de más de
20.000 genes en el cuero cabelludo de cinco hombres de entre 40 y 65 años que
se habían sometido a un trasplante capilar. Los investigadores han comparado
los genes activos en la zona poblada de cabello con los de la zona despoblada.
Esta estrategia ha permitido identificar una proteína mucho más abundante en la
zona que había quedado calva: la prostaglandina D2 (PGD2). Pero no es la única,
el GPR44 y la hormona masculina testosterona es necesaria para que la alopecia
androgénica progrese. Entre los muchos efectos de la testosterona, está el de
potenciar la proteína PGD2, lo que ayuda a explicar el papel central de la PGD2
en la calvicie y que la pérdida de cabello afecte más a hombres que a mujeres.