¿Cómo influye el ADN en nuestra
inteligencia?
Científicos han identificado por primera vez un gen que relaciona el
espesor de la materia gris del cerebro con la inteligencia.
La sustancia gris corresponde a aquellas zonas
del sistema nervioso central de color grisáceo integradas principalmente por
somas neuronales, dendritas y células glíales. En la superficie de nuestro
cerebro, esta materia se dispone formando la corteza cerebral, que es la
organización más compleja de todo el sistema nervioso.
Analizaron muestras de ADN e imágenes del
cerebro obtenidas por resonancia magnética de adolescentes sanos, de 14 años.
Los jóvenes fueron sometidos a una serie de pruebas para determinar su
inteligencia verbal y no verbal. En total, fueron analizadas más de 54.000
variantes genéticas posiblemente involucradas en el desarrollo del cerebro. Se descubrió que los adolescentes que llevaban
una variante genética particular tenían una corteza más delgada en el
hemisferio cerebral izquierdo, sobre todo en los lóbulos frontales y
temporales; y peores resultados en las pruebas de capacidad intelectual. Dicha variación genética afecta a la expresión del gen NPTN, que codifica
una proteína que actúa en las sinapsis neuronales, y que por tanto afecta a la
comunicación interneuronal.
El estudio sugiere que algunas diferencias en las capacidades intelectuales
podrían ser el resultado de una función disminuida de la NPTN génica, en
concreto, en determinadas regiones del hemisferio izquierdo del cerebro. Pero
sólo representaría, según estimaciones, un 0,5% de la variación total de la
inteligencia.
Por eso es importante señalar que la inteligencia se ve influida por muchos
factores, genéticos y ambientales. El gen identificado sólo explicaría una
pequeña proporción de las diferencias en la capacidad intelectual.
El hallazgo resulta importante porque podría tener implicaciones para la comprensión de los mecanismos biológicos que subyacen a varios trastornos psiquiátricos, como la esquizofrenia o el autismo, que afectan a la capacidad cognitiva.
El hallazgo resulta importante porque podría tener implicaciones para la comprensión de los mecanismos biológicos que subyacen a varios trastornos psiquiátricos, como la esquizofrenia o el autismo, que afectan a la capacidad cognitiva.
Genes, encéfalo e inteligencia
En 2012, científicos de la Universidad de
California en Los Ángeles (UCLA) encontraron genes a los que también podían
atribuirse diferencias individuales en la inteligencia.
Una variante de un gen denominado HMGA2 influye en el tamaño del encéfalo y en la inteligencia. Nuestro ADN cuenta con cuatro bases nitrogenadas: A, C, T y G. Aquellas personas en las que el gen HMGA2 presenta C en lugar de T, presentan encéfalos mayores y obtienen mejores resultados en pruebas de cociente intelectual estandarizadas.
Los resultados sugieren que los genes podrían explicar en parte por qué el envejecimiento del cerebro afecta más a la inteligencia de unas personas que a la de otras, independientemente de los factores ambientales.
Una variante de un gen denominado HMGA2 influye en el tamaño del encéfalo y en la inteligencia. Nuestro ADN cuenta con cuatro bases nitrogenadas: A, C, T y G. Aquellas personas en las que el gen HMGA2 presenta C en lugar de T, presentan encéfalos mayores y obtienen mejores resultados en pruebas de cociente intelectual estandarizadas.
Los resultados sugieren que los genes podrían explicar en parte por qué el envejecimiento del cerebro afecta más a la inteligencia de unas personas que a la de otras, independientemente de los factores ambientales.
by Beatriz Cerro Sánchez
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