El beso de la muerte
El hallazgo publicado por
investigadores estadounidenses en la revista PNAS no va a curar el cáncer pero
podría evitar muchas muertes.
En la batalla contra el cáncer es
fundamental la detección precoz, porque si un tumor es pequeño y está en sus
fases iniciales es más fácil eliminarlo por completo. De hecho, la inmensa
mayoría de las muertes por cáncer se deben a que el tumor ya se ha extendido y
ha “soltado” células que van por la sangre y pueden dar lugar a las temidas
metástasis. Por eso otra línea de ataque contra el cáncer se centra en evitar
las metástasis.
Los científicos han diseñado un sistema
para “recubrir” un tipo de glóbulos blancos con una proteína que reconoce las
células tumorales que circulan libremente por la sangre. Cuando dicha proteína
(llamada TRAIL) se une a unos receptores “de muerte” que están en la superficie
de las células malignas, éstas entran en apoptosis, una forma de suicidio
celular. El sistema es bastante ingenioso, y está basado en unas pequeñas
vesículas lipídicas que llevan dos tipos de proteínas: una llamada selectina,
por la que se “pegan” a los glóbulos blancos, la otra es TRAIL. Lo sorprendente
es el excelente rendimiento, porque cuando los investigadores añadieron estas
partículas a sangre humana que contenía células de cáncer de colon o de
páncreas, vieron que después de dos horas recirculando la sangre en el
laboratorio habían desaparecido más del 95% de las células malignas. Y es más,
las partículas también eliminaron la práctica totalidad de células malignas que
circulaban por la sangre de ratones de laboratorio, a los que previamente
habían inyectado varios millones de células cancerosas.
Como siempre, hay muchos detalles que
resolver antes de trasladar este sistema a enfermos de cáncer, pero sin duda
que puede llegar a ser una herramienta crucial para el tratamiento de aquellos
pacientes que tienen un riesgo alto de sufrir metástasis porque el tumor está
avanzado. En esos casos, “limpiar” la sangre de células tumorales circulantes
puede significar la diferencia entre la vida y la muerte.
Referencia
by Isabel Mª Monge Carrasco
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