Una nueva diana contra el cáncer
Imagine una fábrica que se dedica a montar columnas superponiendo
bloques. A ritmo normal, tenemos tiempo de revisar y reparar las piezas
defectuosas, pero si aumentamos la velocidad de producción cada vez es más
difícil controlar la calidad de las piezas y detectar las defectuosas, si
seguimos aumentando la velocidad, cada vez habrá más bloques defectuosos. Este
ejemplo sirve para definir el nuevo hallazgo en la lucha contra el cáncer.
Científicos del Instituto Karolinska (Suecia) han hallado la enzima MTH1, que
se encarga de limpiar los eslabones del ADN para que encajen perfectamente, en
el proceso de reproducción de las células. Por tanto, encontrar inhibidores de
esa enzima para impedir que los eslabones encajen era vital. La MTH1 está
presente en todas las células. Pero las cancerosas están descoordinadas,
explica el jefe del Grupo de Inestabilidad Genómica del Centro Nacional de
Investigaciones Oncológicas (CNIO), Óscar Fernández-Capetillo. Se reproducen a
toda velocidad, y, por tanto, sufren más con la mala calidad de los eslabones
del ADN.
Para los curiosos en la biología, este
proceso consiste, en verdad, en que los nucleótidos se oxidan cuando están
libres, y la MTH1 los reduce. Este proceso de deterioro de los eslabones
químicos se llama estrés oxidativo.
El investigador principal de uno de los
artículos, Thomas Helleday, del Karolinska, ha probado ya
algunos inhibidores de la MTH1. Por su naturaleza, las células cancerosas
tienen más capacidad de producir mutaciones que las hagan más resistentes
El segundo
artículo es de Giulio Superti-Furga, de la Academia de Ciencias
de Austria, que ha descubierto que esa enzima participaba en el funcionamiento
de algunos antitumorales conocidos.
Curiosamente, estos artículos, al describir un proceso transversal, de
alguna manera van a contracorriente con la actual medicina personalizada, que
se centra en encontrar la mínima mutación que caracteriza a un tumor. Helleday
indica que ya se ha probado con células de cáncer de piel, colorrectal y cáncer
de mama, pero solo en cultivos de laboratorio y células pegadas a ratones. Unos
tipos de tumores tienen más estrés oxidativo que otros, por lo que el proceso
de limpieza no es igual de importante para todos. Roger
Olofsson probó un inhibidor de la MTH1 en células de un cáncer en el que habían
fracasado todas las terapias estándar y se comprobó que
el tumor respondía al tratamiento.
Los científicos prefieren esperar a lanzar las campanas al vuelo.
“Parece una noticia prometedora, que abre un nuevo enfoque en la lucha contra
esta enfermedad y que debe ser corroborada con el desarrollo de ensayos
clínicos que evalúen la eficacia y seguridad de moléculas que inhiban esta
enzima”, añade Javier Puente, secretario científico de la Sociedad Española de
Oncología Médica (SEOM).
Pero, esta vez, los ensayos pueden tardar menos que otras veces. En 5 o
10 años se sabrá el valor práctico de lo que se ha descubierto.
by Aitor Sánchez-Maroto Lebrón
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