miércoles, 12 de febrero de 2014

Cáncer

El beso de la muerte

El hallazgo publicado por investigadores estadounidenses en la revista PNAS no va a curar el cáncer pero podría evitar muchas muertes.

En la batalla contra el cáncer es fundamental la detección precoz, porque si un tumor es pequeño y está en sus fases iniciales es más fácil eliminarlo por completo. De hecho, la inmensa mayoría de las muertes por cáncer se deben a que el tumor ya se ha extendido y ha “soltado” células que van por la sangre y pueden dar lugar a las temidas metástasis. Por eso otra línea de ataque contra el cáncer se centra en evitar las metástasis.

Los científicos han diseñado un sistema para “recubrir” un tipo de glóbulos blancos con una proteína que reconoce las células tumorales que circulan libremente por la sangre. Cuando dicha proteína (llamada TRAIL) se une a unos receptores “de muerte” que están en la superficie de las células malignas, éstas entran en apoptosis, una forma de suicidio celular. El sistema es bastante ingenioso, y está basado en unas pequeñas vesículas lipídicas que llevan dos tipos de proteínas: una llamada selectina, por la que se “pegan” a los glóbulos blancos, la otra es TRAIL. Lo sorprendente es el excelente rendimiento, porque cuando los investigadores añadieron estas partículas a sangre humana que contenía células de cáncer de colon o de páncreas, vieron que después de dos horas recirculando la sangre en el laboratorio habían desaparecido más del 95% de las células malignas. Y es más, las partículas también eliminaron la práctica totalidad de células malignas que circulaban por la sangre de ratones de laboratorio, a los que previamente habían inyectado varios millones de células cancerosas.

Como siempre, hay muchos detalles que resolver antes de trasladar este sistema a enfermos de cáncer, pero sin duda que puede llegar a ser una herramienta crucial para el tratamiento de aquellos pacientes que tienen un riesgo alto de sufrir metástasis porque el tumor está avanzado. En esos casos, “limpiar” la sangre de células tumorales circulantes puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. 

 Referencia

by Isabel Mª Monge Carrasco


No hay comentarios:

Publicar un comentario